Después de varios intentos por tomar algunos objetos y no tener éxito, Dariela se sentó en su cama, sobre sus piernas flexionadas, como lo hacía cuando era una niña. Y en ese momento hubiera llorado tanto, tanto como cuando niña, pero por más que intentó no pudo. Llamó a sus padres desesperadamente. Nadie le respondió en la casa. Ellos aún no habían regresado del funeral.

SOBRE EL AUTOR
Vladimir Amaya
EL SALVADOR
Poesía y El Salvador, estos son los ejes literarios y vitales de este joven creador (San Salvador, 1985). Vladimir Amaya es un poeta en el sentido más amplio de palabra.